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martes, 8 de septiembre de 2015

BÚHO ERMITAÑO INTERVIÚ : : . "Horizonte lo compusimos interconectados neuronalmente"


Se hacen llamar BÚHO ERMITAÑO y son una de las últimas encarnaciones de filiación krautrocker en la variopinta escena limeña. Afirman que su sonido se expande más allá de la herencia plasmada por los cósmicos alemanes de los 70's. Sin embargo si nos guiamos por su primera producción, "Horizonte" (G.O.D. Records, 2014) lanzada en Grecia y Perú en sincronía, esa afirmación es cuestionable. El motivo tribal al que aluden reiteradamente se encontraba ya en bandas germanas como Can, Popol Vuh, Agitation Free, etc. Ni qué decir del sambenito del prog rock con el que también fueran conocidos los krautrockers en su momento. 

Empero las vibraciones y dinámicas mostradas en su debut traslucen un sano ímpetu por dejarse llevar sin que nada importe, tan solo la música y el sentirla adueñarse de tu mente y cuerpo -"Sin música la vida sería un error" solía decir un viejo amigo. Este factor aunado al innegable talento para concretar sus odiseas sónicas y a la curiosidad y desapego de prejuicios que nos muestran, denota un promisorio futuro para estos Búhos amantes del misticismo, el free jamming y la serpiente que se muerde la cola. Con ustedes y sin más bla bla bla Búho Ermitaño.

Cuéntennos acerca de los inicios de la banda. ¿A qué año se remontan, qué integrantes tenían, qué sonidos/estilos practicaban?

Franz: ¡Asu! A ver, con Diego nos conocimos en la academia en el 2006. Nunca hicimos música juntos en esa etapa, pero sí intercambiábamos discos, sobre todo rock clásico de los sesentas. Fue recién en el 2008 que nos reunimos para intentar hacer algo propio, a un inicio, éramos solo nosotros y nos reuníamos esporádicamente para tocar. Después se nos unió un amigo, Antonio Villanueva, en el teclado y un compañero de mi facultad en la batería. En el 2009 le pasé la voz a Irving Fuentes, también de la facultad, y ahí fue que decidimos ponernos un nombre definitivo: Búho Ermitaño. 

Todo era improvisación, sin embargo, conforme el asunto iba tomando forma, comenzamos a proponer temas que individualmente ya teníamos compuestos y que empezaríamos a tocar en nuestros primeros conciertos en el 2012. Kenny Herbozo, nuestro primer baterista, dejaría la banda en el 2013 y al mismo tiempo ingresaría Leonardo Pando (Barracuda Beats), hermano de Diego, que sólo había participado en una ocasión en un concierto tocando un theremyn, el cual había fabricado artesalmente; y Víctor Arce, baterista que también dejó la banda el mismo año para iniciar sus estudios en el extranjero. A finales del 2013 se sumaría en la percusión, Ale Borea (Miel) a quien contacté y quien se conectó de una con la banda. El espíritu siempre fue colectivo y las influencias diversas, desde lo más minimalista y simple, hasta cosas más complejas  y densas; así como jazz, shoegaze, space rock, drone, stoner, música latinoamericana, ambient, electrónica, etc. Nos fuimos embebiendo cada vez más de cosas nuevas conforme pasaban los años. Siempre hemos sido muy intuitivos.

Finalmente, en el 2014, como nos habíamos quedado sin bateristas, hicimos un llamado por nuestras páginas de FB y recibimos algunas respuestas. Aldo Castillejos (Registros Akásicos, Serpentina Satélite) nos estuvo apoyando un tiempo presentándose en algunos conciertos y aprendimos mucho de él. Nos entendemos bastante bien con Aldo. Luego, ingresaría ya como baterista oficial, Juan Camba (HLKjazz, Carótida), y su aporte también fue muy valioso ya que con él se termina de cerrar e iniciar un nuevo ciclo. De otro lado, el hecho de ser cuatro guitarristas netos creo que influye en nuestro sonido ya que tenemos la necesidad de ir rotándonos el bajo, sintetizador, charango, etc. lo que hace que cada tema tenga una perspectiva diferente, de por sí, solemos experimentar con varios instrumentos.



¿Cómo es el proceso de creación en Búho Ermitaño? ¿Vuestro primer álbum, “Horizonte” (G.O.D., 2014), está compuesto solo por jammings o contiene piezas más estructuradas?´


Franz: En el caso de "Horizonte" todo fue improvisación, sin embargo al oír las sesiones grabadas nos llamó la atención como las piezas o momentos estaban realmente estructurados, cual si fuesen temas compuestos. Creo que al momento de improvisar estuvimos casi interconectados neuronalmente al punto de que había una especie de hilo conductor inconsciente que nos guiaba y es por este motivo, ahora, que no tenemos problemas en volver a tocarlas en nuestros conciertos. 

Juan: Sí. Desde el primer día que toqué en la banda conocí ese aspecto, abierto a la improvisación, que no me era nada ajeno. De modo que la comunicación fue muy buena entre todos y tan solo dos meses después empezamos con esta idea de grabar sesiones en vivo. El resultado de las dos sesiones fue muy positivo y nos mostró las posibilidades que teníamos como banda, elegimos las mejores tomas (o momentos) de las sesiones y trabajamos sobre ellas. En un primer momento pensábamos publicarlo como un disco de Improvisación, tal cual. Pero las tomas escogidas nos parecieron lo suficientemente orgánicas -compuestas, se puede decir- como para decidir que este sería nuestro primer disco.

¿A qué se debe el nombre de la banda, “Búho Ermitaño”?

Diego: Queríamos que el nombre tenga una cuota de misterio, que no se asocie necesariamente a algún genero especifico. Es decir, que nuestra música construya el nombre de la banda. A partir de ello exploramos elementos que nos parecen interesantes y de alguna forma nos identifican. Nos gustó el concepto del Búho como una imagen totémica cargada de misticismo y  otros significados para muchas culturas. Ermitaño nació de la idea de “aislamiento”, de alejarnos de parámetros que condicionen la creación de nuestra música.

Franz: Así que no tiene ninguna relación con la banda limeña Reino Ermitaño, por si acaso. (risas)

¿Cómo así se decidieron por ampliar el espectro de las percusiones en vuestro sonido? Incluyen no solo bongos y yembes sino también dos bateristas.

Franz: El tema de los dos bateristas sólo se dio en “Horizonte”. Para esto nos reunimos en dos sesiones de dos horas cada una. En la primera, sólo participo Juan, y para la segunda, invitamos a Aldo Castillejos para que hiciera un dueto con Juan. Así que este disco es bastante percutivo. Dato interesante es que en la segunda sesión Ale estaba volando en fiebre después de comerse una empanada de dos soles.

Vuestra música bebe harto de las vibras de bandas del krautrock de los 70’s como Ash Ra Tempel o Amon Düül II. ¿Qué les atrae del sonido krautrocker alemán y cuál creen que es su aporte a/en esa propuesta?

Diego: A toda la banda le gusta el Krautrock en mayor o menor medida, pero creo que tiene el mismo peso de influencia que muchos otros géneros en nuestra música. Cuando componemos o improvisamos no pensamos en las influencias, esto fluye en cada uno naturalmente. Particularmente creo que el público muchas veces asocia nuestra música a su mundo musical y eso es interesante.

Juan: Sí, en varias reseñas y comentarios nos han asociado con el krautrock. Por mi parte sinceramente, mi conocimiento del género llega básicamente a Can - me gusta mucho el sonido de su baterista Jaki Liebezeit, además- y algunas cosas de Agitation Free y Amon Duul II, no más.

Franz: Descubrimos mucha música por el internet, leyendo, investigando. Creo que de esa música nos atrae mucho que todo suena como un conjunto, no hay algo que destaque necesariamente y también es interesante lo percutivo sobre lo melódico. En tal caso, se puede decir que escuchamos de todo. Creo que también se aprende de lo que no te gusta o de lo que te parece desagradable.



¿Cómo ha sido la recepción de parte del público y los medios hacia vuestra música?

Ale: Por un lado, nuestra música combina lo experimental y abstracto, con una fluidez psicodélica y tribal que es fácil de digerir si es que uno se deja llevar. Por ello, creo que hemos conseguido público de diversos lados y afinidades musicales. Búho no es solo rock, sino que nos han definido como postrock, krautrock, progre, progrefusión, spacerock, etc. Siempre hay varias etiquetas y eso no es necesariamente malo, ya que es una manera de acercar la música a la gente, solo hay que tener cuidado con no categorizar de manera cerrada como un género específico. Somos, en realidad, lo que el que escucha siente y piensa que somos, llámelo como lo llame. 

Por otro lado, los medios electrónicos han ayudado muchísimo con la difusión. Cada vez más, se está creando un espacio virtual de comentarios, reseñas, entrevistas, publicaciones y promoción de la música, donde quienes escriben son amantes de la música y no necesariamente eruditos del tema, lo cual hace la opinión, promoción y difusión bastante genuina. Eso resulta sumamente positivo, ya que por ejemplo, nuestro disco Horizonte se ha difundido y nos han reseñado desde Bélgica y Alemania, entre otros lugares.  Aunque la escena nacional de rock sigue bastante fragmentada, creo que hay que seguir trabajando en ello, en crear más espacios de difusión para expandir las posibilidades de recepción de la música nacional. También considero que, aunque es bueno que se generen opiniones "libres" sobre las propuestas nacionales, (sería deseable que) se consolide también una crítica musical que impulse a las bandas a exigirse más y fomentar nuevas propuestas. 

¿Cuál es su apreciación sobre la escena de rock alterno independiente local? ¿Existen grupos con los que se sientan hermanados quizá musicalmente?

Franz: Personalmente, soy un poco ingrato con la escena local actual, no sigo a muchas bandas por álbumes publicados pero me encanta lo que hace La lá, por ejemplo. En general, apreciamos a bandas como Paraíso Ambulante, La Molicie, Hipnoascensión y Transparente, banda en la que estuve tocando un tiempo la guitarra. Creo que es una escena variopinta, pero en esa diversidad también siento que hay mucha inclinación hacia los referentes o influencias, es decir, hacia sonar como tal banda. En nuestro caso intentamos desligarnos de todo, pero ese intentar tiene que darse naturalmente sin pensar en que tienes alguna obligación por ser diferente. 

Juan: Similar a Franz. Pero me doy un tiempo de revisar también en plataformas digitales las propuestas que existen, me parece que se está viviendo un momento interesante y sin precedentes en la música alternativa local, de apogeo quizás y que se fortalecerá en algunos años. Concuerdo con los nombres mencionados, además de Macondo quisiera agregar a Montibus Communitas, lamentablemente no es una banda que se presente en vivo, pero me gustan mucho.

¿Cuáles son los 10 discos que les rompieron el cerebro? 

Juan: Siendo literal: 

"Lateralus" de Tool (2001)
"De-Loused In The Comatorium" de The Mars Volta (2003)
"Choirs of the Eye" de Kayo Dot (2003)
"Interstellar Space" de John Coltrane (1974)
"Tribute" de Paul Motian (1975)

Franz: Claro! Y muchos más! Puedo citar además a estos en los que creo coincidimos: 

"Ziggy Stardust" de David Bowie (1972)
"Doots and Loops" de Stereolab (1997)
"TNT" de Tortoise (1998)
"Speaking of Now" de Pat Metheny Group (2002)
"The Return of The Durutti Column" de The Durutti Column (1980)
"Come to Daddy" de Aphex Twin (1996)
"Spacegirl & Other Favorites" de Brian Jonestown Massacre (1993), etc.



¿Qué se viene para el futuro de Búho Ermitaño?

Franz: Actualmente, nos encontramos en la etapa final de nuestras carreras universitarias, así que estamos priorizando eso, pero lo siguiente que se viene es nuestro segundo disco que justamente contendrá los temas más estructurados que teníamos desde un inicio al formar la banda.

Juan: Además de nuevas composiciones ¡posiblemente con voz! Así que marcará un contraste notable con “Horizonte”, de eso estén seguros.

Muchas gracias por concedernos la entrevista, si desean agregar algo este es el momento. Saludos kósmogónikos.

Sólo agradecerte por la entrevista, estimado Wilder.



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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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